Un cortocircuito causó la muerte, a inicios de marzo, del primer paciente en recibir un trasplante de corazón artificial en diciembre pasado. “Hubo un cortocircuito. Eso produjo un paro cardíaco idéntico al que puede presentar un corazón natural patológico”, dijo el médico que concibió y dirigió la experiencia, Alain Carpentier.
El órgano artificial con tejidos biológicos “se detuvo bruscamente” 75 días después de ser implantado a Claude Dany, el paciente de 76 años que hasta ahora había permanecido en el anonimato.
El doctor Carpentier señaló que se están investigando las causas por las que no funcionaron los mecanismos de seguridad previstos para ese tipo de problemas eléctricos.
Además, hizo hincapié en que esta experiencia ha permitido sacar una serie de lecciones, como que más allá del propio corazón, hay que vigilar todos los órganos, ya que “el paciente tuvo, por ejemplo, úlceras de estrés inesperadas”.
“La segunda lección es conocida: la importancia extrema de la relación del cirujano con su enfermo”, subrayó el médico y destacó que “gracias al valor de Claude Dany, mejoraremos la preparación y el éxito de las próximas implantaciones”.
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